Las cuerdas

La Manta y La Raya # 9                                                                         marzo 2019 ___________________________________________________________________________

Las cuerdas

Parte de la música popular de los pueblos del Sotavento, fue la ejecutada con instrumentos de cuerdas, entre los que se contaban jaranas de diferentes formas y tamaños, guitarras de son, punteadores y violines. Instrumentación con la que se hacia la música que cubrían las necesidades festivas o ritualistas de cada comunidad: sus fiestas, sus decesos, sus rituales y los festejos más importantes de la comunidad. Encordar los instrumentos era complejo en los tiempos pasados, debido a que no se conseguían las cuerdas con mucha facilidad, sobre todo los músicos de las comunidades más apartadas del pueblo, ya que las traían los arrieros procedentes de Puebla o Michoacán, quienes por lo regular llegaban coincidiendo con las fiestas tradicionales de los pueblos a surtir las tiendas de cada lugar o a exponer su mercancía al público para su venta. Estas cuerdas usadas por los músicos de aquellos años eran de tripas de cordero que hacían con diferentes grosores, las tiendas grandes las adquirían por gruesas y la vendían al músico por docenas o medias docenas, porque su tiempo de utilidad era corta, ya gastadas disonaban, los ancianos decían “ya desdicen”, además servían para tres o cuatro huapangos bien tocados de aquellos ayeres y luego se reventaban. Había que untarles aceite para que no se resecaran y de protegerlas porque las cucarachas se las comían. En algunos lugares se aventuraron a fabricar las cuerdas con hilos entorchados de la planta llamada rabo de gato o cola de zorro, de ahí se sacaba una fibra fina y resistente, cuyas hebras de hilo se entorchaban para obtener el grosor deseado, aunque no muy largas, otros intentaron hacer sus propias cuerdas con las tripas de los gatos porque se decía que aguantaban más el tirón. Hasta los años treinta todas las cuerdas eran de tripa, muy semejante a la usada en la instrumentación de cuerdas europea, las cuerdas de nylon, (polímero descubierto por Wallace Carothers, quien trabajaba para la compañía de explosivos Du Pont en 1935) surgen durante la segunda guerra mundial, cuando la compañía Du Pont fabrica, a petición especial de un agregado militar del consulado británico, el general Lindeman, hilos nylon para el guitarrista Andrés Segovia, más sin embargo el sonido metálico de dichas cuerdas no agrado al concertista, además de que la mencionada compañía no se dedicaba a la fabricación de este tipo de productos.  Fue el luthier danés Albert Augustine, radicado en Estados Unidos, quien trabajó arduamente para cubrir las necesidades sonoras de Andrés Segovia, creando un material agradable al oído del guitarrista, desde ese entonces todo músico quería obtener las cuerdas empleadas por Segovia y se sustituyen las cuerdas de tripa por cuerdas nylon. Antes que llegaran las cuerdas nylon a la música jarocha, aparecieron las cuerdas romanas que eran de seda recubiertas con un fino entorchado metálico, estas cuerdas al decir de los ancianos músicos, duraban poco porque una vez que se gastaba el metal se desparpajaban y ya no servían, además de que eran más caras y se vendían por piezas. Uno de los problemas que había con las cuerdas de tripa era que no se podían afinar muy alto los instrumentos, ya que no aguantaban la tensión, en comparación con la afinación actual de las cuerdas nylon, pero era algo normal para el músico de campo. Los instrumentos se afinaban bajo, cuidando que la cuerda aguantara la tensión, pero eso llevaba a los cantadores a cantar muy alto, a esa forma de canto se le llamaba abajeño. Hoy los músicos actuales emplean cuerdas nylon porque al bajar la demanda quienes se dedicaban a hacerlas para este fin, abandonaron el oficio en el país, se fabrican en Italia, Francia y Argentina entre otros, pero comprarlas ya representa un lujo muy caro para el músico. Fue así como entendí porque cada músico de rancho tiene sus formas muy particulares de encordar y de afinar su instrumento.

 


Revista # 9 en formato PDF (v9.1.0):

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *