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Recuerdos de don Neftalí Rodríguez Hernández

La Manta y La Raya # 0                                                                                       octubre 2015


José Cobos Rodríguez

Fragmentos de una entrevista realizada en diciembre de 1997 en   Carlos A. Carrillo, Cosamaloapan, Ver. por Francisco García Ranz.

Don Talí DB rec ch
Foto: Francisco García Ranz

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Don José Cobos Rodríguez nació en el rancho El Huaracán, Mpio de Villa Azueta, el 26 de noviembre de 1932. Campesino de toda la vida. Su padre, Rubén Cobos Castro también campesino, tocaba la guitarra de son (por cuarta bandola).

Recuerda don José de su padre, –tocaba suavemente, muy lento… muy bajo de a tiro. No salía a fandangos sin embargo tocaba en las fiestas de la señora Santana,… ahí iban cargando la tarima, hasta los músicos cargaban… tocaban ahí música muy pausada. También salía a tocar Las Pascuas, Naranjas y Limas.

Don José empezó a agarrar primero la jarana y después la guitarra a la edad de 35 años. Nadie le enseñó a tocar propiamente, pero aprendió a la sombra de don Talí, su tío, hermano de su madre Abigail Rodríguez Hernández. Don Talí, como lo describe don José, era una persona de mucho respeto, –un hombre tan regido. No le gustaba que uno saliera a echarse una copa; lo traía a uno cortito. Decía don Talí –una copa solo, para que el cuerpo agarre ánimo.

Cuenta don José, –don Talí me quiso mucho, me daba muchos consejos; un hombre honesto, bueno, parcial. En una ocasión, cuando don José estaba intentando aprender la guitarra de canción, don Talí le dijo:

– Oye, eso por favor lo vas a ir abandonando.
– ¿Por qué tío?
– Porque vas a ser candil de la calle.
– Pero… ¿por qué tío?
– Porque con una lira vas a tener amigos que te van a venir a buscar, te vas a ir, vas a amanecer, vas a anochecer y voy a tener muchos problemas. Porque sí vas a aprender, … ya te ví que vas a aprender. Dedícate a la guitarra (de son), eso es
lo que tienes que hacer… para que salgas conmigo a tocar.

Don Talí tenía dos guitarras y tres jaranas, –con él nos íbamos a tocar Benjamín -hermano de don José-, Mario Rodríguez, el único de los muchos hijos que tuvo don Talí que sí aprendió a tocar, y yo. Acostumbrábamos a tocar de vez en cuando en las noches después de cenar, entre 8 y 11 de la noche. Don Talí vivía en La Pita enfrente de Pueblo Nuevo y separados por el río Tesechoacán. El conjunto que formabamos se llamaba Flor de caña de Las Pitas. No cantábamos. Eso fue toda la vida y nos decían: ¿por qué no se buscan un cantador?
– Íbamos a tocar a ranchos cercanos: Manzanilla, La Laguna, Juan García, La Herradura… algunas veces llegabamos hasta Tesechoacán. A los huapangos don Talí iba con guitarra y nosotros tres con las jaranas de don Talí. Había que tocarle recio y … abreviarle. Decía don Talí –quiero que me arrastren. Le gustaba que lo arrastraran. Pero qué lo iba uno a arrastrar!

–Sólo íbamos con una guitarra pues don Talí decía: con mi guitarra tengo para dar y prestar. Siempre se nos respetó en los fandangos y lugares donde ibamos a tocar, nunca nos dijeron una mala palabra.

–Don Talí también tocaba con un tal Coco Fernández que tocaba la jarana (¿de Tenejapa?). Tenía muchos amigos, muchos compadres. Salía a tocar a Pueblo Nuevo a Las Fiestas de Mayo, a Carrillo, a Cosamaloapan, a Isla, ahí al Pretil donde tenía un compadre; iba a tocar a su cumpleaños, demoraba dos o tres días.

Recuerda don José la ocasión en que José Adauto Gutiérrez le pidió a don Talí que le tocara tres sones en la cantina grande de Tlacotalpan, ahí a la barra.

–Empezamos tocando El siquisirí; Mario, don Talí y yo. Nos ofrecieron de tomar desde un principio, pero don Talí no quiso aceptar. Se apilaron ahí varios amigos de José Adauto y después del primer son llegó un señor que le metió 50 pesos a la bolsa de don Talí!… Y don Talí sorprendido le respondió de inmediato:
– ¡Uta, no! Yo no le cobro a nadie! –Y le devuelve el billete– .
– Bueno entonces ¿qué se toma don Talí? –le dijo aquel señor–,
– Bueno, –dijo don Talí–, nomás vamos a tomarnos una.
Y una copa sólo se tomó.

Don José también recuerda cuando fueron premiados en el Concurso de Jaraneros de Tlacotalpan de 1980: –Había muy buenos grupos, pero fue por nuestro modo de tocar muy acoplado… en una altura… (don José se queda en silencio buscando adjetivos apropiados), demasiado… recio… en fin, muy bien requinteado por lo que nos dieron el 2º lugar.

Benjamín Cobos Rodríguez Tío abuelo DB
Foto: Arturo Talavera

 

don José Cobos Rodríguez rec DB 2

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